La valoración de una compañía es un instrumento fundamental de negociación tanto si estás interesado en vender tu negocio como en comprar otro. También es cada vez más usada como herramienta de gestión orientada a medir y mejorar la creación de valor para el accionista.
Gracias al permanente contacto con mercados de alto crecimiento, los profesionales de Baker Tilly encargados de realizar la valoración de empresas son “dealmakers” especialistas.
Se apoyan en una metodología de valoración que evalúa tanto los aspectos cualitativos como los cuantitativos y que, una vez finalizada, se compara con las valoraciones más recientes del sector para comprobar su validez.
Nuestros expertos en valoración están siempre al día de la realidad de las transacciones, por tanto, son capaces de discernir si el valor teórico obtenido mediante la aplicación de los métodos de valoración se adecua a lo que el mercado está dispuesto a ofrecer.
Existen diferentes métodos de valoración de empresas, pero el Descuento de Flujos de Caja es uno de los más aceptados. Es un método de valoración que parte de proyectar todos los flujos futuros de caja generados por las operaciones de la compañía, y descontándolos por la rentabilidad exigida por los inversores.
Principalmente, la valoración de empresas sirve para soportar la toma de decisiones en estas situaciones:
Ante cualquier transacción corporativa ya sea de la empresa matriz o de cualquier participada en cartera:
Para apoyar aquellas decisiones estratégicas que estén orientadas a la creación de valor de los accionistas, por ejemplo:
Para valorar una organización convenientemente son necesarios ciertos conocimientos técnicos sobre métodos de valoración de empresas, pero sobre todo es fundamental contar con experiencia diaria en transacciones de compraventa.
Esto es crucial para que el resultado esté cercano a la realidad del mercado. Además, se deben tener siempre presentes los objetivos del ejercicio de valoración, es decir, el por qué y para quién se está haciendo la valoración.